Al final, como decían en la «mili»: todo tiene fin (12 letras, para 12 meses que pasabas en ella), y todo lo que comienza algún día termina. Y lo peor de todo es que no lo ves venir.
A principio de los 90, luego de una mili de un año, que podría considerarse «a grosso modo» una pérdida de tiempo, y luego de una carrera dura, muy dura, que logré cursar sin mayores problemas en 5 años, sin suspender una sola asignatura, aunque eso sí, quemándome las pestañas.
Mención especial para mi viejo Toyota Corolla, que compré nada más de entrar en la Empresa, y que 5 años después ya le había hecho unos 210.000 Km. ¡Y después dicen que Tenerife es una isla pequeña! Es que la ilusión era grandísima.
En los comienzos
Todo comenzó unos meses antes de entrar cuando, el luego compañero Pedro Carballo, me contactó pues al parecer estaban buscando alguien para ampliar líneas. Iban a crear una línea gemela para llegar la Simvastatina, mi querido Colemin®, mi querido Biohorm®. Desde aquí las gracias de por vida al Sr. Carballo, gran profesional donde los haya habido.
María José
Recuerdo aquellas reuniones larguísimas en Málaga, con Mariano llevándonos primero a comer a todos, para hacer equipo, para luego aprovechar al máximo la tarde. Al día siguiente tan solo quedaba resolver dudas, y si no las había pues a hacer prácticas de visita. Eso sí, al volver de la comida ya estaba allí María José (E.P.D.) para darnos un beso, y para ayudarnos en lo que fuera …. Algunas veces a hacer alguna trampilla.
Como gran profesional que era, lo más que le gustaba es que apreciaras su trabajo. Con eso ya se sentía bien pagada.
Mariano
Gran profesional, gran gerente de zona, siempre dispuesto a transmitir lo que sabía, y siempre con ganas de dar todo por la Empresa. A veces me pregunto si lo hacía incluso sabiendo que, al final, las empresas son empresas, y como tal, entes fríos que tan solo buscan la rentabilidad (nacen para eso, y mueren cuando no lo consiguen). Pero es que en aquellos tiempos las cosas eran muy diferentes: había personas conscientes dentro de ellas. Y a fin de cuentas nos movía lo que Mariano denominaba nuestra «auto-motivación».
Solía tener un programa de temas un tanto denso para la primera tarde de reunión, para luego estar un poco más concentrados en el feedback, y en la práctica de visita al día siguiente, aunque casi siempre lo dedicábamos a lo primero, y a dejar bien clara la estrategia para los próximos 2 meses.
Les puedo asegurar que salías de allí con las pilas bien puestas, y con una ganas inmensas de comerte el mundo. Aún recuerdo cuando un día, viniendo de la comida previa a la reunión nos iba comentando por la calle que «él no había visto nunca a un vendedor vender en mayorista 600 unidades de un producto al segundo mes de haber salido al mercado». Inocentemente, yo, que iba al lado, le pregunté «¿y quién es ese?, a lo que él me respondió: ¡tú!
Eran tiempos de ilusión, de máxima auto-motivación (término muy empleado por Mariano), y en el que casi todo valía. Por cierto, en aquella época te ibas a un congreso todo un fin de semana, y volvías el domingo a última hora a tu casa, para luego levantarte a primera hora del lunes, a veces a hacer una ruta larga, y no pedías el día ó días que te correspondían …. Lo digo por los millennials.
Pedro, Antonio, Juanso, Mar …
Y todos los que vinieron antes, ó en el medio, y que siempre contribuyeron con su amistad, a crear siempre aquí en Canarias un gran equipo de personas, de verdaderos compañeros con ganas de ayudar, y de vivir experiencias provechosas, Dios sabe llevados por qué fuerza interna en aquellos momentos.
Llega la Gerencia
Todavía recuerdo el día en que Mariano, comiendo los dos en Los Limoneros, me comenzó a contar una historia de que «los gerentes de zona iban envejeciendo, de que tenía que haber un relevo … y comenzó a descartar gente», a lo que yo al final, casi poco antes de comentarme sus intenciones, le apunté sosegadamente: ¡pues ya vamos quedando menos (para la ecuación)!
Estaba contando conmigo para ello, pero, claro, en aquellos tiempos te decían que estaban pensando en ti, y tenían que pasar 4-5 años para al final quedarte en un puesto intermedio, Sub-gerente, para al final otros 4-5 años después llegar a Gerente. Ahora, con el permiso y perdón de los presentes, te mueves y te nombran gerente. Esa etapa la inauguró mi querido Sr. Trías, al que mucho le debemos, dicho sea de paso.
Fueron unos 5 años de gran trabajo en Canarias, con mucha ilusión, en la que casi me quedo por el camino, a base de colon irritable, respiración incorrecta, gases en el vientre, dolores inexplicables de espalda ... pero mereció la pena. Por cierto, nada que no resolviera «a posteriori» el Tai Chi y la Meditación Tao (pero eso es otro cuento).
Aprovecho la ocasión para enmendar la plana, pidiendo perdón a los compañeros de por aquí, por aquellas cosas que no hice muy bien, pero que en todo momento se debieron a la ilusión que me movía, y con la lógica inexperiencia del momento, y también dando un fuerte abrazo a los que desde arriba, luego de Mariano González, nunca creyeron en mi para el cargo. Ciertamente, al final, me congratulo por ello, pues la venta es la venta, pero en Canarias nos movemos de otra manera, y eso creo que tan solo lo entendió él, Mariano. No en vano vino «temporalmente a hacer las islas» y estuvo 27 años viniendo.
Vifor
Debo confesar que la tarde noche que nos llamaron a filas (no recuerdo muy bien si en Madrid, ó en Barcelona ..) para decirnos que «nos habían comprado», la sensación de incertidumbre que me invadió fue grande. Años más tarde me di cuenta que habíamos dado ciertamente un gran paso firme hacia adelante, un cambio ciertamente cualitativo y cuantitativo.
Y aunque inicialmente, por unos años, dedicándome a Primaria, especialmente en la zona Sur, finalmente llega la etapa de Hospitales, en la que volví a disfrutar de una etapa de innovación e ilusión, especialmente por lo estratégico del trabajo en hospitales, aunque ya le había cogido el gustillo al Sur de Tenerife.
Y eso que fueron años de vuelos y más vuelos, pero años en los que todos ayudábamos a todos, en los que siempre se ayudaba también al compañero que venía de península, fuera quien fuera, y en el que yo siempre intenté tomar una postura en todo momento de colaboración y ayuda.
CSL
Ciertamente, ya esta etapa, though kind of intriguing, and fascinating at the same time, no fue hecha para mi.
Es difícil, por no decir imposible, y tampoco ha sido el propósito aquí, sintetizar 33 años de trabajo, y tampoco intentar incluir la de decenas de compañeros de los que he ido aprendiendo tanto, por no decir los médicos con los que he compartido conocimientos, pasión, saber estar ….. profesionalidad de ambas partes. No quiero comenzar a nombrarlos, pues seguro que me iba a dejar alguien importante en el tintero. Fui el único gerente de zona que trabajó para todos los, en aquella época, Gerentes Regionales (Mariano, Alcolea, Jordi y Ramón), y creo que en Canarias, amén de Mariano, y yo como único Gerente de Zona desde aquí, desde Canarias, estuvimos alguna vez en todas las regiones (quizás tan solo nos faltó Cataluña).
Eso sí, me da la sensación de que hasta cierto punto he sido valorado por muchos, pero a su vez el gran incomprendido de otros, y por supuesto, jaja, en temas de Transformación Digital he predicado en el desierto estos últimos años. Tampoco pasa nada, al respecto me tienen por aquí para aquello en lo que pudiera ayudar.
He tenido que lidiar con mucho y muchos, y me he tenido que disfrazar para ellos de múltiples maneras, pero el feedback final es POSITIVO e INOLVIDABLE, y de todos, repito, he aprendido algo, de amigos, enemigos y neutrales.