Hace ya muchos años sentados a la mesa de un restaurante hablábamos un par de amigos y yo sobre lo injusto de la vida, y del por qué unos seres humanos vivimos 90 años ó más mientras que otros apenas llegan a los meses ó días de existencia …. Simplemente debemos concluir que NO TENEMOS RESPUES ALGUNA PARA TAL INJUSTICIA.
De alguna manera, y es algo que yo creo fervientemente, quizás por mis convicciones religiosas profundas, es seguro que «hay algún tipo de compensación global entre los dos ó más mundos que nos toca vivir».
A fin de cuentas, y eso sí que es verdad, en lo que aquí nos toca vivir yo prefiero:
- disfrutar la familia
- hacer amigos e irme de guachinches con ellos
- procurar disfrutar mi trabajo, y ¡créanme que lo hago en la actualidad!
- y procurar no dejar enemigos por el camino ….
Si consigo eso y Dios me permite irme con la cabeza bien alta «habré hecho las cosas bien», y podré esperar que allá donde vaya no me traten mal, lo haga ahora mismo ó a los 90 años.
A los que ya partieron ó puedan partir en breve ¡mi más sincera consideración, respeto y abrazo! Seguro que si ellos quieren Dios está con ellos.
Y seguro que sí, seguro que hay en algún sitio, lo llamemos como lo llamemos alguna JUSTICIA UNIVERSAL compensatoria.
